Uruguayo impulsa el tango en EE.UU.
por Elbio Barilari

Alfredo Minetti
Alfredo Minetti es un nativo de Uruguay que se crió en Brasil.
Un músico y arqueólogo, tiene una maestría en antropología y doctorado es un (candidate in cultural anthropology) candidato en la antropología cultural.
Alfredo Minetti: Tango Anthropology
Antropólogo uruguayo impulsa el tango en los Estados Unidos. Brillante constelación tanguera se reúne durante tres días.
El Zero Hour Tango Fest, o sea, Festival de Tango Hora Cero acaba de nacer en la ciudad de Bloomington, Indiana.
El alma de este bien organizado festival de nuestra música típica es un uruguayo,
antropólogo, por más datos. Pero además, muy buen pianista de tango. Su nombre: Alfredo Minetti.
Bloomington es famosa por ser una de las sedes de la Indiana University. La ciudad es pequeña y muy pintoresca, pero la universidad es enorme, con muchos miles de estudiantes.
La Escuela de Música tiene más de dos mil quinientos alumnos, lo cual ya les puede ir dando una idea.
El muy oriental Alfredo Minetti, mientras hace sus investigaciones antropológicas y dicta sus clases, suena con música, especialmente el tango y la música de Brasil, donde supo vivir varios años.
Hacia largo tiempo que acariciaba la idea de un primer festival de tango en esta musical ciudad. Y finalmente el espejismo tanguero se hizo realidad, comenzando el 26 de marzo.
En la parte musical, se aseguró la presencia de un nombre prestigioso, como Pablo Ziegler, uno de los últimos pianistas de Piazzolla. Que trajo a Héctor del Curto en el bandoneón, Pedro Giraudo en el contrabajo (toca que se las pela), y otra oriental en el cello: la coreana Jisoo Ok.
Desde Buenos Aires llegó la cantante Sandra Luna. Y desde Las Vegas, la también argentina pareja de baile integrada por Fernanda Ghi y Guillermo Merlo.
El propio Minetti en el piano, y músicos de la propia Bloomigton, como el gran violinista
brasileño Daniel Stein y la joven argentina Lucia Giraudo, en el mismo instrumento, se sumaron para completar un espectáculo de peculiar atractivo.
Como me tocó comentar en una de las mesas redondas, en Estados Unidos las prioridades
tangueras están invertidas: lo primero es el baile, lo segundo también es el baile. Recién después viene la música. Y allá, en un cuarto lugar muy relegado, el canto, que para ellos, ni fu ni fa.
Tan es así que la mayoría de los festivales de tango, son SOLO para bailarines. No hay
músicos en vivo, o los que hay vienen de relleno. Cantante, casi nunca.
Alerta de este problema, Alfredo Minetti rompió los moldes, armando una cosa mucho más
parecida a lo que sería un festival de tango en el Río de la Plata.
El espectáculo central, montado en el hermoso teatro de la ciudad, contaba con dos
partes. En la primera, con el propio Minetti en el piano y toda la orquesta, se hizo un repaso por distintas épocas y estilos del género, con brillantes intervenciones a cargo de la pareja de baile y participación intensa de Sandra Luna.
Hubo elementos visuales, como proyecciones en una pantalla translucida colocada por
delante de los músicos y otros refinamientos.
La segunda parte estaba a cargo de Pablo Ziegler con su quinteto, haciendo su repertorio
de onda piazzolleana.
No hay festival de tango sin milongas, y las hubo, hasta altas horas de la madrugada.
El calentamiento se hacía con una lección a cargo de los muy eficientes Fernanda y Guillermo, para ya luego dejar que la concurrencia probara suerte con los cortes, las quebradas, los ochos y los ganchos, que les fascinan.
A modo de paliativo de la escasa cultura tanguera que reina en EE.UU., Minetti dispuso
varios e intensos paneles y talleres, que gozaron de una abundante e interesada concurrencia.
Allí se habló de los orígenes e historia del tango, de sus aspectos musicales y literarios, de su coreografía. Y hasta se tocaron aspectos sociales o antropológicos e incluso las relaciones del tango con otras artes, en especial la plástica.
Una exposición de fotos tangueras daba el marco adecuado para todo ese ajetreo en torno al llamado 2 x 4. Aunque hace rato que el tango se toca en 4 x 4, claro.
Como habrá sido la cosa que el alcalde de la ciudad de Bloomington declaró a marzo el Mes del Tango.
El sorprendente Minetti ya anuncia un segundo festival para el año que viene. Pero antes planea presentar una producción de María de Buenos Aires, la mitológica operita de Piazzolla y Ferrer.